lunes, 14 de febrero de 2011

La Sociedad y la Corrupción: La Ley de la Selva



Ahora que cada vez se acercan más los Oscars he tenido la oportunidad de realizar un trabajo sobre una de las peliculas favoritas para los premios: La Red Social. Como comentario adicional deciros que este es una de mis primeras opiniones, que espero sean cuantiosas en un futuro muy próximo, dentro del maravilloso e inabarcable arte del cine. Quién sabe si algun dia, sumado también, con alguna aportacion en materia prima, que ya tengo definida a grandes rasgos.
Si antesdeayer os hablaba de mi perdida de la virginidad, de un modo más literario que fidedigno, ( lo cual no quiere decir que sea distinto de lo narrado ^^), y os suplicaba esa ternura tan necesaria en los que empezamos, ( que podeis expresar a modo de comentarios de cualquier índole, que seran siempre recibidos con una alegria mayúscula por mi parte ), hoy vuelvo a apelar a vuestra nobleza en este "ensayo" ( si es que puede calificarse con semejante palabra a lo que aqui intento significar).

Cuando hablamos de personas, hablamos casi de semidioses, quizá con la única intencion de convencernos que realmente Dios no está tan lejos, de que nuestra diferencia con los animales no tiene que ver nada con la fina linea que nos separa de ser omnipotentes. Cuán curioso es ese abismo de ignorancia que reside en nosotros mismos y a su vez nos separa de la Sabiduria absoluta, abismo casi ignominioso en comparación con el real, lo sabemos, pero no lo queremos aceptar, también esto último es quizá un factor necesario para el progreso, la certeza de poder llegar al final, porque ¿qué haríamos si supiesemos ya de antemano que no podremos alcanzar la cumbre de la montaña jamás? El suicidio seria una opción cabal, incluso valiente, si cabe, pero no productiva. Este vacio es el que ocupaba la religión y ahora abandera esa especie de ideario social, tácitamente aceptado por el común de la gente y al cual se respeta bajo una cultura del miedo, escondida detras del espejismo que vislumbramos.
Y en esto se fundamenta su doctrina, en saciar la necesidad del hombre de un final, de una comparación con el infinito, de un recuerdo de su esencia minúscula aliñado de esperanza y que ocupe ese gran vacio, esa soledad moral que ningun ser humano puede evadir, ese infructuoso y tormentoso deseo de pertenencia,esa necesidad de libertad interior de la que nos quieren despojar, de vivir por algo, por algo que merezca la pena vivir, y es que ¿acaso hay algo por lo que merezca más la pena vivir que por algo eterno? ¿Perfecto?
Vivimos para el futuro, soñamos con el futuro y deseamos vivir el futuro, pero nos aterra la idea de lo desconocido, y pensando en ello desperdiciamos el presente. No hacemos para lo que creemos que merece la pena vivir, pensando en planes futuros y en el qué dirán, soñamos con las opciones que tenemos, olvidando una vez más la naturaleza del sueño, olvidando que su limite reside en la imaginación, y su tarea es crear las opciones y no elegirlas.
Obedeciendo a nuestra conciencia social, al dictámen dictatorial de nuestra mente, parido por un conjunto de intelectuales, tan humanos como nosotros, que nos observan a través de unos cristales tintados, mientras hacemos un recorrido histórico en sentido inverso, de tan mala suerte, que el camino de vuelta se cierra a nuestro paso de manera silenciosa. Para cuando nos demos cuenta ¿Cuánto habremos recorrido ya?, o más bien ¿cuánto nos faltara para reunirnos con Él, ya hoy, fantasmagórico y pretérito Creador?.
¿Y a cuento de qué viene esto?, viene a cuenta y a gasto del lector, es un tenue resplandor que remarca el acentuado contraste entre el critico y el conformista o quizá entre el conservador y el liberal, entre la razón y la superstición.
En la Red Social, la soledad, el egocentrismo y lo que esto conlleva: corrupción, sociedad de intereses, ambición y unos cuantos males más, proceden de la ya mencionada soledad moral del ser humano y más concretamente de el aprovechamiento de esa necesidad por parte de una minoría, de tal manera que monopolizan, por así decirlo, la industria del deseo y de los sentimientos para obtener uno de los más abundantes y duraderos beneficios: el control de las mentes, saber qué vas a pensar antes de que lo pienses.
Este es el proceso de creación de un videojuego real en el cual los jugadores tienen un riesgo de daño propio, nulo. Pero a veces las estadísticas fallan, la vida virtual pasa factura en la real, los crucigramas son inacabables, las limusinas representan la soledad y todo parece el cuento de nunca empezar. Desde el infierno de la jungla vemos la interfaz gráfica, programada a modo de esfera, sin reparar en la existencia de una civilización, de una utopía interior, únicamente regulada por el capricho del intelecto y el poder del deseo.

Nota : Este texto no hubiese existido, ni las ideas que en el se expresan, sin la mentalidad verdaderamente liberal y progresista de mi profesor de Lengua Castellana, que dia tras dia y con una ingenua esperanza utópica, que es la que consigue los grandes cambios, lucha por el cambio y la mejora en la educacion, ya sea con su ejemplo en sus clases, por medio de blogs con gran repercusión en la blogosfera  http://www.esodelaeso.blogspot.com/ o con novelas críticas, como la Edad de la IRA, que poco a poco van cuajando de modo más o menos eficaz en la terca sociedad de hoy en dia. Merece la pena.

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